Es usual y común escuchar de ciudadanos expresiones como " LA JUSTICIA ES PARA LOS DE RUANA", "ESO ES DEMORADO DE ALLI A QUE ME PILLEN", "TODO EL MUNDO LO HACE, Y POR ESO ES LEGAL". Y aunque precisamente se utilizan estas expresiones para convalidar hechos ilegales en la búsqueda de un provecho personal, las consecuencias suelen ser catastróficas como producto de las acciones legales estatales que pueden comprender desde la imposición de multas, sanciones e indemnizaciones dinerarias hasta la cárcel como consecuencia de sentencias penales condenatorias.
Su razón, a parte de ser cultural proviene de la débil percepción autoritaria de las instituciones, ya que tanto los procesos judiciales como los trámites administrativos suelen ser demorados como consecuencia de la precariedad administrativa que se traducen en procesos lentos y poco efectivos hasta y tanto se emiten decisiones que producen efectos jurídicos irreversibles.
Al indagar particularmente del porqué el ciudadano lo hace, simplemente contesta que todo esta caro e inmediatamente señala quienes también lo hacen como si fuera una práctica consuetudinaria (basada en la costumbre), o fuente gereradora de derechos y de obligaciones sin entrar a proporcionar la identidad de "los otros", es decir que se siempre se generaliza.
Las prácticas más comunes e ilegales que debe afrontar el Estado frente a la ignorancia ciudadana son: el robo de servicios públicos domiciliarios, la no declaración de renta, la trashumancia electoral, la compra y venta de votos en épocas electorales, la proporción de información falsa para procurar la sisbenización para recibir auxilios económicos, etc.
En un estado social de derecho como el Colombiano, todo ciudadano debe concientizarse que es sujeto de derechos y obligaciones, y como tal, el Estado debe actuar en igual medida con sus asociados. Es decir, que si robo a mi país para asumir una ventaja o provecho injustificado frente a los demás, por que muy seguramente este último tiene dinero de sobra y no le afecta; muy seguramente estoy contribuyendo a que se dejen de invertir recursos públicos para optimizar las necesidades sociales, culturales, educativas y de salud a una colectividad, precisamente por mi actuar egoista.
En esta época electoral, donde muchos candidatos son especialistas en criticar a los gobernantes de turno para captar votos y ser llamados a la reelección, donde muchos ciudadanos caen en su retórica rancia y desgastada a cambio de un favor, promesa o provecho económico, vale la pena hacer un auto examen para cambiar de mentalidad y fomentar la cultura ciudadana "del provecho en común", es decir cumplir mis derechos y obligaciones (sin esperar nada cambio) para que la nación pueda avanzar y ello represente un progreso significativo común para las próximas generaciones.
Justificarse en gobernantes corruptos y adinerados, tampoco es la mejor opción para no cambiar de pensamiento, dado que aquellos en cualquier momento caerán y no volverán a ser reelegidos precisamente porque el ciudadano de bien no sucumbirá a sus promesas, no le regalará su voto y eligirá a conciencia. Recordemos que al ciudadano del siglo XXI, le resulta fácil consultar el pasado se sus administradores desde su ordenador o dispositivo celular y documentarse lo suficiente, privilegio que no tuvieron generaciones precedentes.
Colombia para el año 2.023 ocupa el honroso puesto 91 , de los paises más corruptos del mundo con un puntaje de 39 sobre 100 según el ranking de Transparencia Internacional, ong que promueve medidas contra crímenes corporativos y corrupción política en el ámbito internacional, sin embargo su posición como el 9 pais más pobre de latinoamerica según el Centro de Investigación de la Iniciativa de Pobreza y Desarrollo Humano de la Universidad de Oxford (OPHI por sus siglas en inglés) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), nos demuestra que estos dos vectores avanzan o retroceden en igual dirección si no cambiamos nuestra mentalidad radicalmente.
Victor Rios Mercado
Abogado Magister en Derechos Humanos
Instituto Europeo Campus Stellae de España
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Colombia-Sur América
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