Un abogado litigante es un profesional del derecho que en ejercicio de su oficio como independiente se dedica a representar personas naturales o jurídicas en asuntos privados o públicos es decir, que no todo abogado está habilitado para ser litigante pero todo litigante debe ser un abogado.
"Litigar" es el arte de enfrentarse o disputar derechos ante juzgados, tribunales, cortes o entidades privadas o públicas, y no existe la mínima posibilidad remota que un servidor público lo realice ya que entraría en contradicción si le corresponde disputar ante el mismo estado asuntos de particulares.
De acuerdo a los registros históricos, el primer abogado litigante en el mundo fué "Pericles", (495-429 a.d.c), ciudadano ateniense que se destacó como jurista, magistrado, general, político y orador quien fomentó las artes y la literatura en la antigua Atenas, destacándose en sus discursos como "frío y analítico" y definido por Diodoro de Sicilia como sobresaliente sobre todos sus compatriotas en capacidad oratoria.
"Olimpico", como también se le conocía en honor a sus talentos "ocupo una posición de importancia política que no había logrado ningún hombre antes que él; y segundo, porque sus ideas y su moral le ganaron tanto renombre por su elocuencia que nadie jamás lo obtuvo de los atenienses"(Sir Richard C. Jebb).
Quien desempeña este arte, para no decir "apostolado" en Colombia lo realiza por vocación y bajo su responsabilidad dado que no se exige especialización, sin embargo la falta de experiencia y de conocimiento puede llevar al traste su encargo, y en el peor de los casos a la "exclusión" que consiste en la cancelación de la tarjeta profesional y la prohibición para ejercer la abogacía por el CONSEJO SECCIONAL O SUPERIOR DE LA JUDICATURA- MÁXIMO TRIBUNAL QUE DISCIPLINA A LOS PROFESIONALES DEL DERECHO-
En el mercado se suelen ofertar muchos profesionales que se dicen ser litigantes en diversas areas y que lo pueden ser en lo CIVIL, COMERCIAL, LABORAL, FAMILIA, PENAL , ADMINISTRATIVO, CONSTITUCIONAL, ETC; sin embargo, en la práctica el buen litigante está dotado de habilidades y destrezas que lo diferencian en el gremio, es decir es un verdadero estratega o ajedrecista que demuestra más en su ejercicio que sus títulos o pergaminos.
Cuando se falla al momento de escoger a un buen abogado litigante, lo más probable es que el interesado (cliente) pierda tiempo y dinero, dado que los indebidos procedimientos retrasan los resultados por solicitudes inapropiadas, se pierden las oportunidades procesales y sustanciales en juicios y trámites administrativos. Cuando finalmente se decide cambiar de profesional es difícil solicitar rembolsos, se complica y encarece los costos del nuevo litigante que lo sustituirá y por lo general será imposible revertir las cosas a su estado anterior.
Para no incurrir en erróneas elecciones les ofrezco los parámetros mínimos que se deben tener en cuenta para garantizar una óptima escogencia de un buen abogado litigante:
La mejor publicidad o referencia profesional es el bien llamado: "BOCA-BOCA", es decir que si escucha o conoce buenas referencias de otras personas, lo más probable es que "el togado" sea el mejor habilitado para manejar su asunto.
Revise ante el CONSEJO SUPERIOR DE LA JUDICATURA que el profesional que piensa contratar se encuentre con tarjeta profesional vigente y sin sanciones disciplinarias. Si al revisar le aparecen sanciones vigentes, ello será un indicador que el litigante a contratar incumplió en el pasado con sus deberes y obligaciones en el ejercio de la profesión. (LEY 1123 DEL 2.007)
Cuando se decide contratar con un abogado para cualquier trámite se aconseja celebrar contrato de prestación de servicios profesionales (contrato de mandato), para dejar claro en que consistirá su labor y los honorarios pactados (forma de pago y si se hace a plazos o a cuota litis) .
Desconfíe de profesionales que garanticen resultados. El oficio de los abogados es de MEDIOS y no de RESULTADOS.
Como se explicó al inicio de este artículo un titulo postgradual no le garantiza que el abogado sea un buen litigante, pero si es buen indicador que tenga el conocimiento exigido. Frente a esta situación no existe limitación en el ejercicio de la profesión, pero si se llega a determinar ante el máximo ente disciplinario que hubo fallas en la representación por la falta de experiencia o conocimientos ello puede conllevar a sanciones disciplinarias.
El valor de las tarifas por los servicios de abogados litigantes se encuentra tasada por el colegio nacional de abogados : CONALBOS (descargue AQUI su ultima versión en PDF). Sin embargo, dichos parámetros pueden ser cambiados entre el contratante y el contratista por la complejidad del asunto y la fama del profesional dado que si bien no existe un disposición que lo establezca rígidamente (tarifa) debe hacerse con base en los principios de proporcionalidad, equidad y justificación.
Las labores encomendadas mediante abogados litigantes duran o se extienden de acuerdo a la complejidad del asunto, pero jamás se deben perpetuar en el tiempo.
Confié en el abogado que le explique con pruebas como va su trámite, que lo familiarice y explique antes de rendir una declaración o iniciar un procedimiento, que conteste su celular o que al menos devuelva su llamada, que le informe que inconvenientes ha encontrado y que piensa hacer para finalizar su mandato; y exija informes periódicos de 15 o de hasta 30 días por correo electrónico para registrar su trazabilidad. Por el otro lado, desconfié en aquellos que siempre estan ocupados, no contestan su celular o siquiera devuelven llamadas a sus clientes, se excusan siempre del retraso de la gestión a otras personas y piden dinero recurrentemente a menudo bajo "trillada la excusa" que todo camina con coimas.
Verifique a su profesional en los motores de búsqueda como GOOGLE, MOZILLA , LINKEDIN, etc para conocer mucho más de su recorrido y sus éxitos. No es regla de oro, pero si es un buen parámetro para seleccionar sin lugar a dudas al mejor.
Victor Rios Mercado
Abogado Magister en Derechos Humanos
Instituto Europeo Campus Stellae de España
Whatsapp: (316) 2849211-(300) 8189898
Colombia-Sur América
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